Es el Estado el principal valedor del sistema capitalista, bien privado o estatal, y todo a pesar del esfuerzo de los sectores socialdemócratas de establecer determinadas pautas de protección social hacía los sectores más desfavorecidos, el mal llamado estado del bienestar, un fraude estrepitoso que se encuentra en proceso de desmantelamiento a pesar de las grandes declaraciones políticas con incorporación en su día a la jurisdicción constitucional de determinados derechos humanos básicos, a saber; derecho al trabajo, a la vivienda, a la educación, la sanidad, luz, agua, etc., derechos que los diferentes gobiernos ignoran permanentemente desde su incorporación, confirmando que el papel de las diferentes instituciones del Estado de las que los partidos políticos juegan un papel determinante en su configuración, no es otra que usurpar la capacidad legitima decisoria de los ciudadanos para someterlos a sus intereses particulares. Para ello, citaremos otros ilustrados ejemplos.
Así, “nuestra” constitución establece en su artículo 35 lo que sigue, “Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo”. Toda una declaración de intenciones, que después de 39 años de su promulgación Sigue leyendo
Los políticos en sus diferentes ámbitos geográficos legislan leyes, decretos, órdenes, etc., normativa que se sustenta en supuestos y hechos que tiene su origen en las condiciones sociales de las personas afectadas por dichas normas, veamos un ejemplo. Como sabemos, la Ley Básica de Empleo, aquí, en está piel de toro llamada España, determina las condiciones en las que los demandantes de empleo podrán acceder a las prestaciones económicas por tal circunstancia, entre otras cuestiones, creándose en este caso una ley que solo afecta a los que están en paro, es decir, la misma no afecta por igual al conjunto social. ¿Y quién demanda o realiza un trabajo y, sobre todo, de los peor remunerados? 